jueves, 4 de noviembre de 2010

LA CREATIVIDAD SE CASTIGA y se premia la conformidad. Vía BLOG ALTERNATIVO

“Hay un montón de ideas falsas acerca de la creatividad. Una de ellas es que la gente con un don especial es rara. Todo el mundo tiene reales capacidades creativas. Sólo tienen que desarrollarlos.
Debemos liberar algo de la presión sobre los niños. Hay una especie de locura hoy en nuestra educación. Lo que los niños quieren más que nada es estar con sus padres, para conocerse a sí mismos y sentirse seguros. Los niños sólo necesitan TIEMPO PARA SER, y pasar el rato”
Sir Ken Robinson
“La creatividad muere el día que un niño prefiere que los demás hagan aquello que debería divertirle”
Armando en Bebésymás

 
(Artículo de Juanjo de Murcia en El Lector Alternativo Opina)

En la conferencia que ya hemos visto del experto mundial en creatividad, talento y educación Ken Robinson,  “¿Matan las escuelas la creatividad?“, se explicaba que el sistema educativo actual es obsoleto, basado en necesidades de la industrialización y no del mundo actual, que potencia el hemisferio izquierdo del cerebro y que margina las asignaturas artísticas y creativas del hemisferio derecho.
Basándose en procedimientos estandarizados y en una enseñanza centrada en el acierto-error (aprobado-suspenso, dentro de la línea-fuera de la línea en las fichas, etc.), los niños desde pequeños van perdiendo su capacidad de arriesgarse y se amoldan al marco reglado por los adultos en detrimento de su creatividad, libertad y su aprendizaje espontáneo basado en el JUEGO; virtudes realmente necesarias cuando nos dirigimos hacia un mundo diferente que exigirá modos de actuación diferentes a todos los niveles.
Estos textos seleccionados de los blog Bebés y más y Babog lo explican muy gráficamente:
“Una de las cosas que hacen mágicos a los niños es que no temen correr riesgos. Están aprendiendo, están jugando y están utilizando la lógica y la imaginación en todo momento. Inventan verbos, palabras, juegos y aprenden con ello.
Lo hacen todo sin temor a equivocarse, sin miedo a hacerlo mal, porque ellos no saben hacer bien ni mal las cosas, ellos simplemente las hacen porque quieren hacerlas, porque quieren investigar, explorar y manipular y porque todo ello les gusta, les divierte y les hace crecer y aprender.
Sin embargo, a medida que crecen y los adultos empezamos a controlar sus juegos y sus actividades, tanto en el colegio como en las extraescolares o incluso en casa, cuando no les dejamos jugar libremente, sino que tratamos de explicarles cómo son las reglas de sus juegos, empiezan a darse cuenta que equivocarse o hacer las cosas diferente a como los adultos esperamos es hacer las cosas mal, y lo que está mal no se acepta.
Las escuelas enseñan a los niños procedimientos estandarizados. Todos tienen que hacer lo mismo en el mismo momento y todos deben obtener el mismo resultado, y si no lo haces tal cual te lo ordenan, estará mal (“te has salido de la línea, te has equivocado”, “has pintado donde no tocaba, te has equivocado”) (…)
Y llega un momento en que EL NIÑO DEJA DE HACER ALGO PARA NO EQUIVOCARSE, incluso algo que le gusta.
La creatividad muere el día que un niño prefiere que los demás hagan aquello que debería divertirle”
Bebés y más

“Tu hij@ será un@ más y tendrá que desarrollarse y aprender cómo hayan estipulado en el sistema educativo. Si a los 3 años ya no lleva pañales, pues ya no lleva pañales. Que aprenda a la fuerza. Y si la unidad didáctica que toca implica los colores, pues conocerá los colores, aunque él o ella estén más interesad@s en aprender a saltar. La educación reglada olvida la principal herramienta del niñ@ para aprender: el juego. Un conjunto extenso de normas aparece y aniquila toda curiosidad propia del individuo. La creatividad se castiga y se premia la conformidad. Ahora hay que aprender lo que los adultos han considerado válido y al ritmo que ellos han estipulado
Babog
Y aquí os dejo con una fusión de dos entrevistas, publicadas en Parents’ Choice y Businessweek, originalmente en inglés (espero haberlo traducido bien), en las que Ken Robinson, nos habla de lo democrático que es el talento y que se puede cultivar, y nos recalca la importancia de que los niños pasen tiempo con sus padres, del buen uso de la tecnología y de cultivar la mente.
Buenos consejos para que ya no podamos sentenciar que no somos creativos y empecemos a serlo:
¿Cómo define la creatividad?
Es el proceso de tener ideas originales, pero hay varios pasos. El primer paso es la imaginación, la capacidad que todos tenemos que ver algo en el ojo de la mente. La creatividad es entonces usar la imaginación para resolver problemas, por lo que, la innovación es la creatividad puesta en práctica.
Esto parece bastante sencillo. ¿Qué no entiende la gente?
Hay varios conceptos erróneos comunes.
  1. La primera es que la gente piensa que sólo algunos son creativos. Está en la naturaleza de los seres humanos ser creativos.
  2. La segunda idea errónea es que la creatividad es sobre el diseño y la comercialización. Lo que muestra la conferencia TED es que la creatividad es fundamental para la práctica de la ciencia, los negocios y más. Deben ayudar a encontrar lo que a la gente les apasiona.
  3. La tercera idea errónea es que usted no puede hacer nada al respecto. No es cierto; USTED PUEDE CULTIVAR SU CREATIVIDAD.

Sostiene que la creatividad es tan importante como la alfabetización y que los educadores “deben tratar con el mismo estatuto.” Para criar a los niños leer y escribir, se insta a los padres a leer a sus hijos cada noche. ¿Qué deben hacer los padres con sus hijos todas las noches para criar a niños creativos?
Hay un montón de ideas falsas acerca de la creatividad. Una de ellas es que la gente con un don especial es rara. Todo el mundo tiene reales capacidades creativas. Sólo tienen que desarrollarlos. Si alguien le dijera a usted, yo sólo sé leer y escribir. No están diciendo, yo no soy capaz de hacer más cosas. Lo que están diciendo es que no han aprendido a hacerlo.
Así que eso es lo primero: la creatividad no es sólo para las personas especiales.
La segunda cosa: es que la gente piensa que creatividad es Especial para algunas actividades – el arte o diseño, cosas de ese tipo. Y no se trata sólo de las artes. Se puede ser muy creativo siendo chef, cocinero, científico o terapeuta.
Digo a los padres que no busquen una sola cosa en los niños. Busque sus tendencias y capacidades. Busque las cosas con las que más disfruten. Haga lo que pueda para ayudar a la imaginación de sus niños a crecer y florecer, fomentar las actividades que alimentan su imaginación. Y mirar por sus talentos y habilidades naturales. Luego, a medida que pasa el tiempo, contribuyan a dar acceso a los conocimientos y técnicas que les ayuden a desarrollar su imaginación.
Usted dijo que tenemos que pensar de manera diferente sobre el talento. Pero, ¿tenemos que pensar de manera diferente sobre la infancia también, sobre lo que los niños deben hacer con su tiempo?
Eso es lo que hacemos. Me preocupa mucho el hecho de que la educación es cada vez más intensa y se presiona cada vez en edades más tempranas. Y sé que los padres cooperan en estos temas pensando que es lo mejor para los intereses de sus hijos, pero resulta que no lo es.
La gente está corriendo a través de estas etapas y diciendo, tenemos que mantener un ojo en lo que va a ser a a los 18 años.
Debemos liberar algo de la presión sobre los niños. Hay una especie de locura hoy en nuestra educación. Lo que los niños quieren más que nada es estar con sus padres, para conocerse a sí mismos y sentirse seguros. Los niños sólo necesitan tiempo para ser, y pasar el rato.
¿Podrían los medios de comunicación, la tecnología y la creatividad estar interconectadas para los niños?
Por supuesto. Tan pronto como usted reconoce que la creatividad es un proceso, hay muchas cosas que pueden derivarse de ello. Estoy leyendo la biografía de Eric Clapton. Se le dio una guitarra a la misma edad aproximadamente que me dieron una guitarra. Él lo ha hecho bastante mejor que yo, para ser honesto. Las herramientas son neutras en sí mismas, pero en él la guitarra despertó su mejor talento.
Así que me parece que las tecnologías digitales, herramientas en línea, todo lo que hemos llegado a conocer (herramientas digitales para la música, Photoshop, intercambio de archivos) todas esas cosas en sí mismas son neutras. Sin embargo, en manos de ciertas personas pueden crear cosas asombrosas.
La desventaja de la tecnología es que es demasiado fácil convertirlas en niñeras digital. Y eso me preocupa porque no sabemos el efecto de la exposición masiva a estas cosas. No soy un tecnófobo, pero los niños necesitan tiempo para reflexionar y ser, dejar volar su imaginación y hacer las cosas físicas, así como las cosas digitales.
¿Cómo se aplica esto al mundo empresarial?
Usted no sólo puede darle a alguien una inyección de creatividad. Tienes que crear un entorno propicio para la curiosidad y una manera de animar a la gente y obtener lo mejor de ellos.
Las empresas en las que la innovación es vital, se han instalado laboratorios destinados a fomentar la creatividad. Pero no puede ser tan fácil como la creación de un cuarto frío con juguetes creativos y una pizarra.
Pixar es un buen ejemplo. La compañía tiene algo que se llama Pixar University, que dirige las clases, eventos, talleres y esas cosas todo el día. Cada empleado tiene derecho a pasar cuatro horas a la semana en la Universidad de Pixar, y se les alienta a no dar nada relacionado con el trabajo. Que mantiene viva la mente de la gente.
Usted no puede ser un pensador creativo si no estimula su mente, como no puede ser un atleta olímpico si no se entrenan regularmente.
Juanjo de Murcia



FOTOS Flickr: 1 y 2

Vía entrevistas: Parents’ Choice y Businessweek
Más información sobre escuela y niños: Babog y Bebés y más
En El Blog Alternativo: Artículos de Juanjo de Murcia
En El Blog Alternativo: Conferencia de Ken Robinson “¿Matan las escuelas la creatividad?” (1/2)
En El Blog Alternativo: MAHNAHMAHMAH: una melodía sobre el rebaño y el diferente
En El Blog Alternativo: BAJO PRESIÓN: entrevista con Carl Honoré sobre la presión a los niños actuales
En El Blog Alternativo: ¿Por qué la escuela no educa? Discurso de John Taylor Gatto
En El Blog Alternativo: Artículos sobre educación
En El Blog Alternativo: Artículos sobre ser diferente a los demás


Continuar leyendo en El Blog Alternativo: http://www.elblogalternativo.com/2010/02/17/la-creatividad-se-castiga-y-se-premia-la-conformidad-reflexiones-sobre-la-curiosodad-infantil-y-la-escuela-actual-y-entrevistas-al-experto-mundial-ken-robinson-22/#ixzz14J9dugwX

¿MATAN LAS ESCUELAS LA CREATIVIDAD?_ Blog ALTERNATIVO

“Es falsa la idea de que el talento es propiedad exclusiva de un puñado de privilegiados. TODOS TENEMOS TALENTO. El punto de inflexión es cuando amas aquello que haces. El talento tiene que ver con descubrir aptitudes naturales y alentarlas activamente. Tengo el convencimiento de que la mayoría de adultos no tienen ni idea de cuáles son sus talentos, que dedican sus vidas a trabajos que quizás les parecen interesantes, pero no sienten pasión”
“Los niños son creativos y no les importa equivocarse, se atreven hasta con lo desconocido y luego siguen a otra cosa. Pero el sistema educativo les mata la creatividad, porque no se admite el error. Todo el sistema está basado en la prohibición y la corrección del error.
A los niños los educamos de cintura para arriba, y SÓLO UN LADO DEL CEREBRO. Nuestra tarea es educar a la totalidad de su ser, para que puedan enfrentarse a ese futuro”
Sir Ken Robinson

(Artículo de Juanjo de Murcia en El Lector Alternativo Opina)

Sir Ken Robinson es reconocido a nivel mundial como un experto en creatividad, innovación y recursos humanos y gran parte de su trabajo se ha enfocado en investigar la importancia del arte en la educación formal.
Fue doctorado por la Universidad de Londres, en 1998 fue nombrado por el gobierno para presidir el Comité Consultivo Nacional de Creatividad y Cultura en la educación, la investigación más grande hasta el momento sobre la importancia de la creatividad en la educación y la economía llamada “Informe Robinson”, y recientemente ha publicado el libro “El elemento. Descubrir tu pasión lo cambia todo
Además, Robinson es un orador frecuente sobre temas de creatividad como concepto más amplio, argumentando que la capacidad de pensar de forma creativa es esencial para los estudiantes que buscan empleo y para las empresas.
En un artículo publicado por el Diario de Navarra el 12/02/09, expuso varias de sus tesis sobre la creatividad y la educación:

“Paul McCartney odiaba la música cuando iba a la escuela. El mismo rechazo sintió el guitarrista de los míticos Beatles, George Harrison. Y a Elvis Presley le negaron la entrada al club de canto de su colegio.  Pasaron por la escuela y nadie detectó que tenían talento para la música. La educación ahoga y margina el talento.
Por el contrario, la madre de un niño que con seis años andaba con las manos alentó la aptitud natural de su hijo y lo inscribió en un gimnasio. Podía haberle dicho que dejara de hacer tonterías. Ese niño es Bart Conner, el atleta más laureado de la historia de la gimnasia masculina de EE UU.
Es falsa la idea de que el talento es propiedad exclusiva de un puñado de privilegiados. TODOS TENEMOS TALENTO. El punto de inflexión es cuando amas aquello que haces. El talento tiene que ver con descubrir aptitudes naturales y alentarlas activamente. Tengo el convencimiento de que la mayoría de adultos no tienen ni idea de cuáles son sus talentos, que dedican sus vidas a trabajos que quizás les parecen interesantes, pero no sienten pasión.
Es necesario potenciar la diversidad para autorrealizarnos porque la única forma de descubrir talentos es pensar de forma diferente.
La educación juega un papel fundamental, aunque no el único. Los niños de ahora harán trabajos que aún no están inventados. Para que las economías prosperen necesitamos niños que piensen de forma creativa y entiendan los valores culturales. La creatividad son ideas originales que tienen un valor.
Necesitamos profesores que no sólo sean capaces de enseñar cosas, sino que DEJEN A LOS NIÑOS ESPACIOS PARA CULTIVAR SU TALENTO. Cada persona aprende de forma diferente, por eso es importante la forma de enseñar.
Ha llegado el momento de financiar el talento”
Y arriba tenemos el vídeo de la que quizá sea la conferencia TED más famosa, ofrecida en el año 2006 en Monterey (California) y titulada ¿Matan las escuelas la creatividad?.
Este es un RESUMEN:
Todos nacemos con inmenso talento natural, pero nuestras instituciones, especialmente educación tienden a sofocar muchos de ellos y como resultado, estamos fomentando un desastre humano y económico.
El ser humano tiene una inmensa creatividad desde la niñez, y el efecto que la educación tiene sobre ese potencial creativo como un proceso negativo que mata la creatividad.
Ustedes probablemente en la escuela fueron amablemente alejados de aquellas cosas que le gustaban con el argumento de que nunca conseguirían un trabajo haciendo eso.
Muchas personas de gran talento, brillantes, gente creativa, piensan que no sirven, porque aquellas cosas en las que eran buenos en la escuela no se valoraron (música, arte, danza) o son actualmente estigmatizadas.
ECOLOGÍA HUMANA: aquella en la que se empiece a reconstituir nuestra concepción de la riqueza de la capacidad humana. Nuestro sistema educativo ha minado nuestras mentes en la misma forma en la que sacamos el mineral de la tierra, para nuestra comodidad particular, y eso para el futuro ya no nos servirá.
Hay tres temas relacionados con la EDUCACIÓN:
  1. La extraordinaria evidencia creativa del ser humano
  2. Nadie sabe lo que va a pasar en un futuro, ni siquiera inmediato y sin embargo estamos formando y educando a los niños y niñas para ese futuro
  3. La extraordinaria capacidad que tienen los niños para innovar y se está desperdiciando ese talento

Sabemos tres cosas sobre la INTELIGENCIA:
  1. Es diversa: pensamos el mundo en todas las formas en que experimentamos (pensamos visualmente, en sonidos, incluso en cuanto al movimiento)
  2. Es dinámica: el cerebro no está dividido en compartimentos. Todo él interactúa para crear, exponer, imaginar
  3. Es distintiva: Tenían que moverse para pensar.

Nuestro sistema educativo fue inventado por y para la sociedad industrial, donde las cosas que nos gustaban de pequeño relacionadas con la creatividad (música, pintura, arte,…) tenían poco sentido, puesto que eran contraproducentes para ser un operario industrial.
El sistema educativo tiene el ámbito artístico en su base
La creatividad es tan importante como otras asignaturas.
Para trabajar en las fábricas, no hacía falta ser músico, por lo que esto era infravalorado por el sistema educativo. Hoy en día hay que repensar el concepto de inteligencia, yendo más allá de la inteligencia académica.
El sistema educativo pretende reproducir profesores universitarios.Si no estás preparado para equivocarte, nunca podrás hacer nada original.
Los niños son creativos y no les importa equivocarse, se atreven hasta con lo desconocido y luego siguen a otra cosa. Pero el sistema educativo les mata la creatividad, porque no se admite el error.
Todo el sistema está basado en la prohibición y la corrección del error.
A los niños los educamos de cintura para arriba, y sólo un lado del cerebro.
Nuestra tarea con nuestros niños es educar a la totalidad de su ser, para que puedan enfrentarse a ese futuro.
Juanjo de Murcia
Sitio oficial: Ken Robinson




http://www.elblogalternativo.com/2010/02/17/¿matan-las-escuelas-la-creatividad-conferencia-de-20-del-experto-mundial-en-talento-creatividad-y-educacion-ken-robinson-y-resumen-12/

MÁS INFORMACIÓN:
Diario de Navarra
Anamnesis
Bebés y más
Orballo
The Cool Ruler
En El Blog Alternativo: Artículos de Juanjo de Murcia
En El Blog Alternativo: La creatividad se castiga y se premia la conformidad. Reflexiones sobre la curiosidad infantil y la escuela actual y entrevistas con el experto mundial Ken Robinson (2/2)
En El Blog Alternativo: ¿POR QUÉ LA ESCUELA NO EDUCA? Discurso de John Taylor Gatto
En El Blog Alternativo: Entrevista a Christopher Clouder sobre pedagogía alternativa
En El Blog Alternativo: Artículos sobre educación

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Entrevista a Laura Mascaró, por El reformista, Noviembre 2010_ MARTA ORTEGA.

<< Educando en casa, los padres y los hijos tienen libertad para decidir qué cosas aprenden, cuándo las aprenden y, sobretodo, a qué ritmo las aprenden>>.

Laura Mascaró de 32 años es menorquina. A la edad de 17 años, se trasladó a Barcelona donde se licenció en Derecho y trabajó con niños de diversos ámbitos. Volvió a su tierra natal, y mientras ejercía la abogacía por cuenta propia educó a su hijo en casa.
Abogada, experta en Homeschooling, ha publicado un libro sobre el homescholling “Educación y Libertad”, ofrece conferencias en distintos países, y ha escrito artículos en diversos diarios  y revistas de tirada nacional.

Laura ¿puede explicarnos en qué consiste el homescholling?

“Homeschooling” es el término inglés que se utiliza para hacer referencia a la educación en casa, es decir, a la educación de los hijos prescindiendo del sistema escolar. Ahora bien, dentro del homeschooling hay mucha variedad de estilos y métodos, no hay una única forma de educar en casa. Además, no todas las familias que educan en casa están necesariamente en contra del sistema educativo. Sencillamente, es una opción más, otro medio para llegar al mismo fin.

¿Cómo y por qué decidió educar a su hijo desde casa?

Siempre me había interesado esta forma de educación, pero lo cierto es que no me lo planteaba como una opción válida para nosotros. Sin embargo, cuando mi hijo empezó la escuela infantil, a los tres años de edad, tuvimos algunos problemas con el colegio y decidí darle de baja. No sabía cómo lo iba a hacer, ni cómo iba a compaginarlo con mi trabajo, ni cómo iba a explicárselo a la gente, era un mar de dudas pero, en el fondo, sabía que estaba haciendo lo correcto.

¿Qué diferencia hay entre una escuela y el homeschooling? ¿Qué valor añadido tiene la educación en casa?

La libertad. Educando en casa, los padres y los hijos tienen libertad para decidir qué cosas aprenden, cuándo las aprenden y, sobretodo, a qué ritmo las aprenden.
En la escuela hay un currículum impuesto, un plan de estudios, unos métodos y unos materiales impuestos. En casa puedes aprender lo mismo en mucho menos tiempo por el simple hecho de que lo estudias en el momento en que te interesa. En la escuela tienes que hacer una hora de matemáticas, otra de lengua y otra de inglés, aunque en ese momento sólo te interese la historia. Además, encuentro que los horarios tienen un efecto muy perjudicial. Como dice John Holt, lo que el timbre enseña es que no hay nada tan importante que merezca la pena ser terminado. Cuando el niño está enfrascado en la lectura de un libro y tiene que parar necesariamente porque el timbre le indica que es la hora del recreo, por ejemplo, lo que le estamos diciendo es que la lectura de ese libro no es importante.
Y hay algo más que afecta, no sólo al rendimiento académico, sino a la autoestima de los niños: en casa pueden aprender de sus errores. En el colegio, en cambio, los errores son destacados y penalizados. Los exámenes y las notas son una herramienta terrible para el aprendizaje.

¿Está satisfecha de los resultados obtenidos por su hijo? ¿Tras ser homeschooler ha tenido dificultades a la hora de realizar otro tipo de estudios?

Mi hijo sólo tiene cinco años pero puedo decir que, académicamente, va avanzado respecto de la mayoría de niños de su edad que van al cole. Pero lo más importante es que ha tenido tiempo para si mismo; ha podido descubrir las cosas a su ritmo y ha ido descubriendo qué cosas le gustan o le interesan.
Conozco otras familias con niños mayores que el mío que no han tenido ningún tipo de problema para seguir estudios reglados. Algunos se incorporan al instituto para cursar la Secundaria. Otros, se matriculan en escuelas americanas a distancia (en España tenemos Epysteme y Clonlara) y, una vez obtenido el título de High School, lo convalidan por el Bachillerato español. También pueden examinarse por libre de la Secundaria a los 18 años o, si tienen contrato de trabajo, a los 16. Y pueden entrar a la formación profesional a los 17. Otros, sencillamente, deciden que el instituto y la universidad no son para ellos, como tampoco lo fue el colegio. Creo que es fundamental que nos replanteemos la importancia de los títulos académicos.
Cabe destacar, también, que la mayoría de niños educados en casa suelen tener un alto grado de madurez, lo que les permite tomar sus propias decisiones a edades tempranas. En muchos casos, al llegar a la adolescencia ya tienen bastante claro qué quieren hacer con su vida por lo que pueden decidir qué pasos les conviene seguir.

Tengo entendido que en España no hay ninguna ley que prohíba el homeschooling, sin embargo tampoco ninguna ley que reconozca explícitamente esta posibilidad…

Cierto. Tenemos lo que se denomina un “vacío legal” que crea cierta inseguridad jurídica puesto que no queda claro si la ley ampara o no la posibilidad de educar en casa. Lo que es obligatorio, según la Ley Orgánica de Educación, es la “educación” y nosotros defendemos que la “escolarización” sólo es uno de los medios posibles de proporcionar educación. Además, la Constitución Española reconoce, no sólo la libertad de enseñanza, sino también el derecho de los padres de elegir la educación que esté de acuerdo con sus convicciones. Y la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos. ¡Ninguna ley inferior puede contradecir estas normas!.
Además, existen ya bastantes sentencias de tribunales españoles fallando a favor de las familias que educan en casa. No obstante, las familias deben saber que, cuando se desescolariza a un niño, se activa el protocolo de absentismo escolar y pueden ser víctimas de un proceso de persecución más o menos largo y más o menos difícil de sobrellevar.

¿Ha emprendido alguna medida para la legalización en España del homeschooling? ¿Cuáles? ¿Piensa tomarlas? ¿En qué situación nos encontramos?

Formo parte de la Asociación para la Libre Educación que tiene como objetivo, entre otros, el de buscar el reconocimiento legal expreso de la educación en casa en España. Para ello hemos mantenido contacto con diversos grupos políticos, con los defensores del pueblo y con los parlamentos autonómicos. Existen ya informes favorables de tres defensores del pueblo (el español, el andaluz y el vasco) y ha habido comparecencias parlamentarias en Cataluña y en el País Vasco. El pasado mes de julio, además, me reuní en Galicia con la Consejera de Trabajo y Bienestar Social y con los portavoces parlamentarios del Partido Popular en materia de educación y de servicios sociales para tratar de introducir una enmienda al anteproyecto de ley de atención a la familia que pretende incluir la falta de escolarización como causa de desamparo del menor. Otras compañeras gallegas siguen manteniendo contactos en el parlamento autonómico para intentar impedir que la ley se apruebe con su redacción actual. Son pequeños pasos que se van dando, aunque lo ideal, por supuesto, sería conseguir una comparecencia en el Parlamento estatal.
Otro ámbito de actuación imprescindible es el de los medios de comunicación. Es necesario que esta opción educativa sea conocida y que se consiga una situación de normalización a nivel social para poder llegar a una regulación legal adecuada. Creo que nuestro principal enemigo no es la falta de reconocimiento legal expreso sino que es el desconocimiento, por eso he publicado un libro, escribo en varios sitios de internet (el Instituto Juan de Mariana, la revista Namasté, el blog de ALE, mi propia página web, etc) y me presto siempre que tengo ocasión para entrevistas y debates en televisión, radio y prensa escrita.

En otros países, el homeschooling está más que instaurado y legislado. De hecho en la Universidad de Harvard y Yale aceptan a homeschoolers, es más, creo que en ocasiones, dando preferencia a estos. ¿Dónde cree que está el problema a la hora de aceptar el homeschooling en nuestro país? ¿Estriba en la cultura arraigada del mismo que este posee sobre la educación?

Como decía, creo que el problema está en el desconocimiento. Ya se sabe que lo desconocido da miedo, ¿verdad?; no debemos olvidar que la educación es la primera herramienta estatal para controlar y someter a los ciudadanos. A nivel institucional el reconocimiento expreso del derecho a educar en casa podría ser visto como una pérdida de poder por parte del Estado. En parte, comprendo que las autoridades educativas no se atrevan a dar un paso adelante.
A ello hay que añadirle el hecho de que, tristemente, muchos padres no están dispuestos a hacerse cargo personalmente de la educación de sus hijos. Lamentablemente, demasiada gente tiene hijos pero pretende después seguir con su vida de adultos sin que el hecho de la maternidad les afecte demasiado. Para educar en casa hay que estar dispuesto a hacer cambios radicales en la vida, como cambiar de trabajo o de lugar de residencia, a veces. La gente que no está dispuesta  a ello, que creen que necesitan al colegio para tener aparcados a sus hijos mientras ellos se dedican a sus cosas suele resistirse a aceptar que algunos vivamos de esta manera. Muchas madres reconocen que el colegio falla en muchísimos aspectos, que sus hijos no quieren ir, que hay fracaso escolar, que hay malos tratos, etc. Pero, aún así, se limitan a decir “yo no podría educar en casa”. El miedo paraliza.

¿Podría darnos alguna cifra de los niños que son educados hoy en nuestro país desde casa?

Se habla de más de dos mil niños, pero es difícil dar una cifra porque no estamos registrados y no todas las familias se asocian. También sucede que, debido a la inseguridad jurídica de la que antes hablaba, algunas familias que educan en casa no se atreven a decirlo públicamente.

Imagino que usted lucha por una ley que permita el homeschooling, pero imagino que tendrá que regular ciertos aspectos. Usted está llena de valores y tiene estudios como derecho, domina el inglés, además de contar con una gran formación ¿Pero y esos padres que no la tienen? ¿Cómo podrá regularse?

En primer lugar, quiero desmontar el tópico de que no todos los padres están preparados para educar a sus hijos en casa. Cualquiera que de verdad quiera hacerlo, puede hacerlo. No es una cuestión de títulos ni de formación académica sino que estamos hablando de proporcionar una educación integral. Ser licenciado en Derecho, en Arquitectura o en Informática, por ejemplo, no significa que sepas pedagogía ni que seas capaz de enseñar a leer. Sin embargo, creo que no hace falta ser pedagogo para enseñar. Cualquier padre puede educar a sus hijos en casa solamente si quiere hacerlo. Se trata de observar mucho a tus hijos y de tener recursos. Si a mi hijo le interesa, por ejemplo, la astronomía y yo no sé nada sobre este tema, puedo hacer varias cosas: podemos aprender juntos, podemos buscar en internet, en la biblioteca o podemos buscar a otra persona que nos ayude, si hace falta tomando un curso en alguna academia. Pero, de momento, no me interesa lo más mínimo que mi hijo conozca los conceptos de “suma”, “multiplicación” o “número primo”, por ejemplo. Lo que me interesa es que sepa cómo y cuándo usarlos. Más adelante, si hace falta, ya aprenderá lo demás.
Mire, la educación (y la crianza) se basan en prioridades. “Prior” significa “primero” y, por tanto, no puede haber dos cosas o más que ocupen simultáneamente el primer lugar en la lista de prioridades educativas. Es habitual que las madres sitúen en ese primer lugar la felicidad de los hijos. Pero, día a día, los hechos nos demuestran que esa afirmación es falsa: cada vez que una madre hace llorar a su hijo por un plato de lentejas, o por una ficha de lectoescritura o por un ratito  más de videojuegos, está relegando la felicidad de su hijo por detrás de alguna otra cosa que, en ese momento, considera prioritaria.

Sólo hay una cosa que verdaderamente quiero que mi hijo aprenda: quiero que sepa tomar decisiones conscientes y libres. Para darle esta enseñanza no necesito una licenciatura, ni saber escribir con corrección ni saber idiomas. Si mis prioridades fueran realmente la lectoescritura y las matemáticas, quizás sí lo llevaría al colegio. En cuanto a la regulación, creo que es un arma de doble filo. Obviamente, hace falta que la ley reconozca expresamente el derecho a educar en casa y que las familias dejen de ser perseguidas como criminales. Sin embargo, hay que ser muy cauto a la hora de regular puesto que un exceso de regulación vaciaría de contenido la esencia misma del homeschooling. Lo único que hace falta es reconocer este derecho y abrir la posibilidad de realizar exámenes por libre al finalizar cada ciclo para que los homeschoolers puedan titularse a la misma edad que los demás.

¿Algo que añadir? ¿Que destacar?

Aunque te agradezco enormemente que no me hayas preguntado por la socialización de los niños homeschoolers, creo que debo decir un par de cosas al respecto, puesto que es una de las primeras cosas que se pregunta la gente.
En primer lugar, educar en casa no significa educar “dentro de la casa”, literalmente. Nuestros hijos nos acompañan en nuestras tareas diarias (los llevamos al supermercado, al banco, etc) y aprenden a relacionarse con la gente por imitación. Los niños –todos los niños- son observadores y se dan cuenta de que no te relacionas del mismo modo con tu vecina que con el banquero, por ejemplo. Estando en el cole sólo se relacionan con niños de su misma edad y la relación que tienen con los profesores es de sumisión a la autoridad. En cuanto a la relación con otros niños, los homeschoolers también la tienen: con hermanos y primos, con hijos de los amigos de los padres, con niños de su barrio, con compañeros de sus clases “extraescolares”, con otros homeschoolers, etc.
Es un error grave considerar que los niños se están preparando para el futuro. Los niños ya tienen una vida, aquí y ahora.
Por último, me gustaría mandar unas palabras de apoyo a todas esas familias –que sé que son muchas- que lo están pasando mal a causa del colegio; que sepan que hay otras formas de hacer las cosas, que pueden vivir una vida más relajada, más feliz y con mejores resultados académicos.

Mil gracias por tu amabilidad Laura.

miércoles, 27 de octubre de 2010

La Guardería NO puede Criar Saludablemente a un Bebé", Eulàlia Torras de Beà

” La guardería es algo que necesitan los padres…, pero no es lo que necesita un bebé”

“Atender sus necesidades de hambre, sueño y – sobre todo-cariño. No es sobreprotegerlo, ¡es protegerlo de lo que vendrá! Porque el niño así criado gozará de estabilidad emocional, autoestima y coherencia: estará bien preparado para los reveses que vendrán”

“Ante un hogar con abandono, conflicto permanente y agresividad crónica, ¡mejor una guardería, sí! La guardería es útil en ciertos casos y momentos, pero no es la opción principal para criar saludablemente a un bebé”
Eulàlia Torras de Beà



Madres a la oficina y bebés a la guardería a las 16 semanas de vida. Una separación muy temprana, que no haría ningún mamífero en libertad ni ninguna cultura tradicional en el planeta, es la pauta de crianza oficial que tienen interiorizadas la mayoría de familias modernas y que justifican muchos profesionales.

El Sistema está encantado porque tiene a los padres produciendo, con horarios irracionales y absurdos en España, y a los bebés les roba los cuidados elementales que necesitan de presencia física, el alimento propio de su especie y el amor constante de su madre o un adulto mínimo, y los va moldeando a conveniencia.

Muchas mujeres embarazadas se preocupan solamente por la elección de la clínica, la decoración de la habitación infantil y coger plaza en una buena guardería porque, desde el desconocimiento de las verdaderas necesidades del bebé humano, inconsciencia y condicionadas por una sociedad en la que “las mujeres son visibles y las madres invisibles“, creen que parir es un PARÉNTESIS EN LA AGENDA y que en breve se reanuda su vida “normal” como “si nada hubiera pasado”.

Pero sí ha pasado y esta nueva persona en nuestra familia se merece y necesita mucho más de lo que se le está dando actualmente.

Las voces contrarias a esta corriente de separación padres-bebés son políticamente incorrectas y han sido tachadas de antifeministas, carcas e incluso sobreprotectoras, pero cada vez hay más evidencias neurológicas, psicológicas y el puro instinto y sentido comun que denuncian una crianza anti-mamífera.

Una de ellas es Eulàlia Torras de Beà, médica, pisquitra infantil y psicoanalista, presidenta de la Fundació Eulàlia Torras de Beà, gestora de varios centros de salud mental infantil y juvenil y una de las firmantes del Manifiesto “Más tiempo con los hijos“.

Ella se reprocha así misma “haber callado demasiados años” y en esta entrevista de La Contra de La Vanguardia del 23 del 11 del 2009 argumenta a favor de la crianza con apego, explica la NO NECESIDAD y posibles efectos de la guardería TEMPRANA, que ni siquiera existe en otros países desarrollados, y aporta soluciones.

Y no se trata ahora ni de culpabilizarnos porque mandamos a nuestros bebés 10 horas a la guardería, porque es lo que considerábamos mejor o lo que podíamos, ni de auto-justificarnos con que están muy estimulados y equilibrados, sino de escuchar otras voces con argumentos serios, comprobar qué necesitan verdaderamente los bebés, ser conscientes de que existen opciones MEJORES (posponer la entrada en la guardería, reducir las horas, buscar un buen cuidador, cambiar nuestro ritmo y estilo de vida, excedencias-medias jornadas laborales-trabajar desde casa, etc.) y luchar por ellas: por nuestros próximos hijos, por nuestros nietos o por los niños de una sociedad más sana.

Estas son las palabras de la experta:

Soy lo bastante mayor para acumular experiencia y lo bastante joven para seguir aprendiendo. Soy de Barcelona. Soy médica, psiquiatra y psicoanalista. Estoy casada y tengo tres hijos y seis nietos. ¿Política? Favorable a los más necesitados.

¿Dios? Eso son cuestiones privadas
¿Qué tiene de malo una guardería?
Es algo que necesitan los padres…, pero no es lo que necesita un bebé

¿Y qué necesita un bebé?
La cercanía cálida, constante y segura de sus amorosos padres.

Pero si los padres no pueden…
Dejan a sus bebés cada vez más tempranamente en guarderías, sin calibrar las consecuencias…

¿A qué edad entran los bebés en guarderías?
¡Con cuatro meses! Algo impensable hace 40 años…

¿Y qué consecuencias tiene esto?
Mala crianza. Asumimos como normal que nuestros bebés enfermen, ¡y no lo es!

¿Enferman por culpa de la guardería?
Multiplica las posibilidades de enfermar: el bebé está más expuesto a gérmenes… y, sobre todo, más propenso a toda afección.

¿La guardería acentúa la propensión a enfermar del bebé?
Sí. El propio hogar, los brazos de mamá y papá, un círculo reducido de personas… ¡eso es lo que fortalece emocional, cognitiva y físicamente al bebé! La guardería, en cambio, puede comprometer su desarrollo.

¿Tanto como eso?
El ingreso en la guardería lo hace retroceder temporalmente en competencias que está adquiriendo, como hablar, caminar…

¿Por qué?
Un entorno estable proporciona seguridad al bebé, seguridad que lo anima a explorar: así madura bien. Alterar su entorno le resta seguridad, lo que frena su desarrollo.

¿No está dramatizando, doctora?
Lo confirman los últimos hallazgos en neurociencias y psicología evolutiva.

¿Me los resume?
De los cero a los dos años, cuando más plástico es el cerebro, las neuronas del bebé se desarrollan según la calidad de los estímulos que recibe por interacción con las personas centrales de su mundo: abrazos, achuchones, caricias, risas, balanceos, movimientos, sonidos, voces, cantos, palabras, mimos, cariños, músicas, olores, colores, sabores…

¿Y besos?
Y besos. Todo eso sofistica y enriquece su sistema neural y nervioso, el sistema desde el que establece su relación emocional y cognitiva con el mundo y consigo mismo.

¿La guardería no da esos estímulos?
Imposible en grado óptimo, improbable en el necesario, difícilmente con la intensidad y calidad de unos papás atentos y amorosos.

Ya no existen a tiempo completo.
Y quizá por eso llegan cada día a las consultas más psicopatologías en niños cada vez menores… ¡España es ahora el tercer país que
más psicofármacos receta a menores! Cortamos síntomas sin analizar causas.
También padecemos en España un elevado fracaso escolar.
Tampoco analizamos causas, preferimos castigar o etiquetar: “trastorno por déficit de atención e hiperactividad”, y medicar.

Ir pronto a la guardería ¿no garantiza una mejor escolaridad ulterior?
No. Hay que escolarizar al niño justo cuando empieza a quedársele pequeño su hogar.

¿Y a qué edad sucede eso?
No antes de los tres años.

¿Tan tarde?
En Finlandia los padres no están obligados a escolarizar a sus hijos ¡hasta los siete años! Y Finlandia es el país con menos fracaso escolar de Europa, vea el informe PISA.

Seguro que concurren otros factores…
El principal es que el Estado sufraga durante el primer año a los padres. Y luego permite horarios laborales intensivos o reducidos. Así, ¡los padres pueden criar a sus hijos! Y un niño bien criado en casa llegará a la escuela muy estimulado, con ganas de descubrir. Y aprenderá más y mejor.

O sea, que deberíamos mimar al bebé.
Atender sus necesidades de hambre, sueño y – sobre todo-cariño. No es sobreprotegerlo, ¡es protegerlo de lo que vendrá! Porque el niño así criado gozará de estabilidad emocional, autoestima y coherencia: estará bien preparado para los reveses que vendrán.

¿Y no será así si se ha criado con mucha guardería o en un orfanato?
La pobreza de estímulos empobrece su desarrollo: serán niños poco orientados, intemperantes y más agresivos, más vulnerables a la frustración, más depresivos…

Diga algo bueno de las guarderías.
Muchas tienen excelentes cuidadoras, pero repartirse entre tantos niños imposibilita la calidad de la atención personalizada.

Mejor una guardería que algún hogar.
Ante un hogar con abandono, conflicto permanente y agresividad crónica, ¡mejor una guardería, sí! La guardería es útil en ciertos casos y momentos, pero no es la opción principal para criar saludablemente a un bebé.

Envíe un mensaje a los padres.
Uno de la doctora Julia Corominas: “Dedicar tiempo a los hijos de pequeños os ahorrará mucho tiempo cuando sean mayores”. Ahorro en salud física, mental y emocional.

¿Qué haría si mandase en España?
En vez del populismo político de inaugurar guarderías, subvencionaría a los padres para que dedicasen tiempo a criar a sus hijos hasta los tres años: ¡eso sí sería progresista!

En algo sí habremos progresado en los últimos 40 años…
Sí: en conocimiento. Sabemos cómo optimizar el desarrollo de los niños. ¿Por qué no lo aplicamos? ¿Queremos su felicidad futura?




Vía El Blog Alternativo: http://www.elblogalternativo.com/2009/11/23/la-guarderia-no-puede-criar-saludablemente-a-un-bebe-entrevista-a-eulalia-torras-de-bea-medica-psiquiatra-infantil-y-psicoanalista/#ixzz13YtmwGiS

viernes, 22 de octubre de 2010

Imagino que no soy la única, MamásATC

Tengo dos hijas, son todavía bebés, la “mayor” de casi 2 añitos y la pequeña de 4 meses y medio. Antes de nacer la primera dejé de trabajar, tanto mi pareja como yo teníamos muy claro cuales serían las prioridades de nuestra vida al convertirnos en familia.

Yo llevaba trabajando muchos años, y la verdad me encantaba mi trabajo, pero consideré que era incompatible con mi nuevo “trabajo” de mamá a tiempo completo. Hoy más que nunca me alegro de haber tomado esa decisión, no sin haber tenido mis dudas, mis arrepentimientos pasajeros y mis miedos... que han sido muchos...

Supongo que muchas mamás han estado o están en mi lugar, con mis palabras espero hacerlas sentir acompañadas, que recuerden que no están solas “ante el peligro” y el abismo de la maternidad 24 horas, somos muchas... cada vez más!

Somos grandes afortunadas!, no lo olvidemos.

Quisiera hacer una mención especial a todas aquellas mamás que queriendo, por encima de todo, a sus hijos ni siquiera se pueden plantear dejar su trabajo fuera de casa, pues el dinero les hace falta, y más en esta época tan difícil.

Eso sí que tiene que ser una lucha “contracorriente”, a todas ellas mi fuerza y mi apoyo.

MAMÁS ATC, os dedico este maravilloso articulo de LAURA GUTMAN.

Es casi un sueño sentirse tan identificada con sus palabras.

Un abrazo a todas!

CG

MATERNIDAD Y TRABAJO

A la mayoría de las mujeres nos resulta muy arduo lidiar con la continuidad de nuestro trabajo y con la crianza de los niños al mismo tiempo. No es que esto sea imposible, es que depende de dónde hemos desplegado nuestra identidad antes de arribar a la maternidad. Trataré de explicarlo.

Hoy en día las mujeres hemos conquistado las calles. La era industrial y la entrada al Siglo XX, nos han abierto las puertas para acceder al mundo del trabajo, las universidades, las profesiones, el dinero, la política, el deporte y el pensamiento independiente. Tal vez las mujeres más jóvenes lo sientan como algo natural, pero las más maduras sabemos que es un merecimiento histórico tardío. La realidad es que las mujeres hemos sido obligadas a desarrollar aspectos emocionales, vinculares y de comunicación más acordes a la energía masculina, para adueñarnos de un lugar en el mundo externo. Y lo hacemos cada vez mejor. Así, a lo largo de las últimas dos o tres generaciones, las mujeres hemos sido finalmente miradas, reconocidas y apreciadas en ese lugar bien visible: el trabajo o el ámbito social. A partir de allí sentimos que comenzamos a existir. No es poca cosa.

Simultáneamente, bien lejos de esas sensaciones cargadas de adrenalina, cigarrillos y café, subsiste cada tanto ese misterioso deseo de engendrar hijos. A veces de un modo tan inconsciente que el embarazo aparece sin haberlo llamado a nuestra vida. Pero un día allí está. Puede convertirse en un instante mágico que nos potencia y nos hace florecer. Nos ilusionamos con ofrecer al futuro hijo todo lo que no hemos recibido en nuestra infancia. En el mejor de los casos nos preparamos. Damos a luz. Y de un día para el otro nuestra vida da un vuelco, a veces de un modo no tan dichoso como habíamos imaginado. El niño nos sumerge en un mar de tinieblas, nos arroja al destierro lejos del mundo donde suceden las cosas interesantes, perdemos el tren de lo que habíamos asumido que era la verdadera vida. Desaparece el mundo social, el tiempo, las conversaciones entre adultos, el dinero, la autonomía, la libertad, en fin, desaparecemos como individuos valorados por los demás. Justamente, sentimos que dejamos de existir.

Allí aparece una enorme contradicción interna sin que tengamos verdadera conciencia de ello. Amamos a nuestros bebes pero deseamos escapar del infierno. Queremos criarlos con amor pero necesitamos desesperadamente volver a ser nosotras mismas.
Nuestro “yo” se perdió entre los pañales.

El malentendido que compartimos las mujeres modernas es creer que nuestro “yo” está sólo en el trabajo. A decir verdad, una parte de nuestro ser efectivamente se ha desarrollado allí. Pero otra parte de nuestro ser interior está escondido y permanece irreconocible para nosotras mismas. No lo hemos alimentado y tampoco lo hemos entrenado para convivir con nuestras otras partes tan codiciadas y aplaudidas. Por eso, esa porción de “yo” está desencajada. No hay público que la valore ni que la admire. A veces ni siquiera hay quien la tolere.

Ese es uno de los motivos por los cuales -más allá de las necesidades económicas o los compromisos laborales asumidos antes del nacimiento del niño- regresaremos al trabajo velozmente bajo todo tipo de pretextos que serán avalados por toda persona responsable y seria. El trabajo nos salva. Nos devuelve la identidad perdida. Nos coloca en un estante visible y ordenado a la vista de todo el mundo. “Somos” empleadas, secretarias, abogadas, redactoras, cuidadoras, médicas, ingenieras, bailarinas o cocineras. Poco importa. El hecho es que “somos” algo que tiene nombre y lugar para coexistir en la sociedad.

Ahora bien, el niño ha quedado en muchos casos, insatisfecho. No tanto por las horas que las madres estamos ausentes. Si no a causa de la carga de identidad, valoración y deseo que las madres ponemos cada día en ese “afuera” salvador y dador de identidad. Está claro que “afuera” logramos “volver a ser” y “adentro” con el niño en brazos y solas, nos tornamos invisibles.

Por eso solemos creer que la maternidad y el trabajo son incompatibles en cierto sentido. O mejor dicho, creemos que si esperamos ser excelentes madres, será a costa del trabajo donde perderemos beneficios y crecimiento a causa del tiempo que nos insume la dedicación al niño. Y si queremos ser excelentes trabajadoras, dedicadas y con la energía dirigida al ámbito laboral será a costa de un vínculo más pobre con el niño pequeño o bien delegando su crianza en otras personas.

Es una encrucijada que compartimos hoy en día las mujeres que tenemos niños pequeños. El desafío está en la capacidad de construir una profunda conexión emocional con el niño y con la totalidad de nuestro “yo interior”, teniendo en claro que la identidad tendremos que reformularla en base a nuestros recursos emocionales. Es de adentro hacia afuera. En ese caso, tal vez sea posible seguir trabajando, si es nuestro deseo o nuestra necesidad, sin que el niño tenga que pagar los precios del abandono emocional. La diferencia reside en utilizar el trabajo como refugio o salvación ante nuestra discapacidad para entrar en relación afectiva con los hijos, o bien en desplegar nuestra nueva identidad de madres en la invisibilidad de la vida cotidiana con los niños pequeños sin lastimar el vínculo con ellos, trabajemos o no.

Concretamente, no es el trabajo en sí mismo lo que nos impide ahondar en la relación afectiva con nuestros hijos, sino nuestra capacidad o discapacidad emocional.


Laura Gutman

La falta de cariño impide crecer, EL PAIS.COM

Un estudio universitario vincula el déficit de desarrollo de los bebés con la merma afectiva.

Los bebés vienen al mundo tan necesitados de amor como de comida o cuidados higiénicos. La falta de cariño provoca algo más que bebés tristes aspirantes a convertirse en adultos con serios problemas emocionales o intelectuales. Según la catedrática de Enfermería Infantil de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada, María José Aguilar Cordero, es un hecho que la carencia afectiva tiene en los niños menores de tres años resultados puramente físicos como el retraso del crecimiento y el desarrollo, que se manifiesta en falta de peso y talla corta, así como en un aspecto desnutrido con delgadez, piel fría y trastornos frecuentes.

El origen, explica Aguilar Cordero, está en que la carencia afectiva produce estrés en el bebé, lo que eleva el nivel de una hormona denominada serotonina que, a su vez, inhibe en alguna medida la producción de los niveles suficientes de la hormona del crecimiento.

La profesora Aguilar Cordero, que define la carencia afectiva o abandono emocional como "la falta de cuidados básicos y psicoafectivos de los padres o cuidadores hacia el niño, con carácter crónico", considera que el desafecto es una forma de maltrato psicológico con consecuencias "devastadoras" si no se trata en los primeros años de vida. En definitiva, una maltrato más sutil que el físico y, por ello, mucho más difícil de detectar.

Los malos tratos físicos están cediendo paso a estos otros, más difíciles de detectar. Aguilar precisa que hay detalles que pueden indicar que un bebé no está recibiendo todos los cuidados que necesita. Es el caso, por ejemplo, de pequeños que no están vacunados adecuadamente, de niños a los que sistemáticamente sus padres recogen tarde del colegio o que no van vestidos de acuerdo a las temperaturas, explica.

En cualquier caso, las secuelas físicas de la falta de cuidados básicos y de cariño son, tratados con tiempo, reversibles. Sobre todo si se tratan en niños con menos de tres años ya que si el retraso en el crecimiento procede de una alteración hormonal es posible actuar en ese ámbito. El problema es grave en niños mayores de esa edad, en la que el déficit de desarrollo no necesariamente depende de problemas en la secreción de hormonas del crecimiento.

Modelo de madre
Otro elemento fundamental a la hora de recuperar un niño maltratado afectivamente es la necesidad de un modelo de madre y de padre. La profesora Aguilar realizó sus tesis sobre carencia afectiva en dos tipos de instituciones donde se recogían a niños abandonados o sin familia. Una de estas instituciones era un centro con un sistema lo más parecido posible al entorno familiar en la que una mujer cumplía el modelo de madre 24 horas al día sobre un reducido grupo de niños y niñas.

Los cuidados en la otra institución los ofrecía personal dividido en turnos de ocho horas. Los resultados fueron abrumadores. La mejora en la salud física y mental de los niños tutelados con un modelo de madre era muy superior a los que estaban bajo un personal rotatorio. El papel de una madre, sea la verdadera u otra persona que lo realice convenientemente, se demostró esencial para superar los problemas de carencias afectivas desde el nacimiento.

Pero la profesora Aguilar alerta: "El papel del padre, al menos en nuestra cultura, también es fundamental". Como experiencia personal recuerda que a veces llevaba a sus hijos menores a visitar los centros y los niños allí ingresados, para su sorpresa, insistían en preguntarles a sus hijos si tenían padre y cómo era. "Los niños necesitan también hablar sobre su padre".

Es por ello que Aguilar, que colabora también con el Juzgado de Menores de Granada, insiste en la necesidad de que, en casos de niños abandonados, la adopción se realice, con todas las medidas de cautela necesarias pero en el menor tiempo posible, porque la integración de estos niños en un medio familiar estable a tiempo, puede ofrecerles una vida mucho más equilibrada.

Además de cariño y cuidados, es crucial que los niños estén suficientemente estimulados en sus primeros años de vida. Si bien el número de neuronas que tendremos en toda nuestra vida depende de la naturaleza, es en los dos primeros años de vida cuando se desarrollan todas las conexiones y ramificaciones neuronales. Esa actividad sí depende de la estimulación que reciba el niño en esos dos años de vida. En fin, la mejor forma de proveer para el futuro del bebé es darle en ese periodo mucho juego, mucha música y mucho cariño.


Maltrato infantil

Los casos de maltrato infantil van más allá de la vejación física o la falta de cuidados básicos, lo que se denomina carencia afectiva. La profesora Aguilar Cordero menciona en su recién publicado Tratado de Enfermería Infantil, otros daños que también se infligen a los niños: la negligencia, el abuso sexual y el síndrome de Munchaussen.

La negligencia se explica como la falta de cuidados físicos de carácter crónico que provoca en el menor lesiones o daños por el escaso cuidado de los padres. El síndrome de Munchaussen ocurre cuando los padres inventan o falsifican los síntomas de sus hijos. De cada 10 niños maltratados en España, nueve son víctimas de negligencia, cuatro de maltrato emocional, dos de maltrato físico y 4 de abuso sexual. La suma final es mayor de 10 porque muchos niños sufren varios tipos de atropellos a la vez.